
La humanidad está enferma de falta de amor, y las mujeres somos usinas de amor. En cada portal iniciático que una mujer atraviesa recibe información, herramientas, caudal de amor. No el amor rosa de Hollywood, sino ese amor que crea que disuelve, que mata y que da vida, como el trabajo ecológico de la madre tierra. Como el trabajo ecológico de nuestros úteros que crea para crear y disuelve su propia creación, entonces el valor disolutorio de la energía femenina es tan importante como el de creación. Solo que estamos silenciadas hace ,nada mas ni nada menos, que seis o diez mil años de cultura jerárquica, androcéntrica, o mas popularmente llamado patriarcado.
http://www.wadjet.com.ar/Entrevistas/NacRuedaPurpura.htm